ODISEA EN LA TIERRA
El poder del pensamiento es la herramienta más grande que pueda poseerse y a la vez, la más peligrosa si no se puede o sabe dosificar con coherencia la magnitud de las consecuencias que puedan ocasionar la ejecución de los mismos. Pensar, permite e incluye de manera inherente la posibilidad de actuar y la capacidad de influir en las actuaciones de los demás si el objetivo es atractivo y la influencia potencialmente expansiva en un amplio círculo de seguidores activos, con ansia de devorar y aprehender cada fragmento presente y futuro que sea elaborado. El modo de actuación que engloba el actual sistema del que todos nos quejamos pero pocos remedian, consiste en consumir ideas pensadas para no pensar; una globalización digital orientada a la disminución de estímulos que provoquen el mínimo estrés e impacto emocional marchitando a pequeñas y continuas dosis la realidad de la habilidades humanas en la búsqueda de mejora y confrontación de problemas. Es necesario por ello, la búsqued