JUEGO SUCIO

 En qué momento de la historia comenzó el macabro juego del capital; aquel que juzga, manda y organiza a golpe de papel y cobre las vidas de cuantos habitamos en este lugar llamado Tierra. 

Curiosa manera de pelear por los recursos de un mundo donde la justicia brilla por su ausencia en el momento de abrir el melón y repartir las rodajas; aquellas que solamente podrán ser disfrutadas en el jolgorio de su amarillo dulzor por unos pocos elegidos, y con suerte otros podrán rebañar la verde y amarga cáscara que al menos les permita seguir malviviendo con los escasos nutrientes provistos. 

En la lotería de la vida todo es posible si la mano de cartas viene predefinida con “joker” y comodines de serie. Un abanico de posibilidades avaladas con “bonus extra” y tiradas gratuitas que ayuden a conseguir el triunfo en una selva desmadrada. 

Empresarios y oligarcas de herencia y copa en mano, vigilan desde su mullido sillón de cuero que las migajas salpiquen con suerte al pueblo, olfateando cual sabueso, el agridulce sabor del dinero. 

Bien que mata si escasea aunque el lomo se parta entero; recibe cartas, limosnas y bonos ligeros, que algunos triplicarán en segundos lo que en vida lleva a un “paria” a ganar jornal y medio.

Justicia ciega y de concepto, si permite que aquel que produce padezca, y reintegre con intereses la lozanía de aquel que por nobleza descanse… no sea que desfallezca.