MATCH

 No hay motivo ni razón suficientemente razonada para establecer un juicio de valor mínimamente positivo al desarrollo afectivo y sexual que acecha en estos tiempos. 


Espectros carnales que se dejan guiar por las prácticas de un modelo visual, donde prima la violencia por satisfacción y el fin justifica los medios. 


Ansias de obtener placer inmediato en una sociedad que se mide en décimas y no segundos. Ganas de sexo barato, que esperan a golpe de dedo un “match” que sólo prometa, una nueva cama como única meta. 


Relaciones que no duran lo que tarda en desnudarse un árbol en el otoño más crudo, buscan consuelo en la carne, el desfase y el momento, la ilusión y el desengaño; el gozo y el sufrimiento. 


Y llegado el nuevo día sus ansias vuelven y desean; volver a sentir los latidos de su próxima presa, y regresar al presente presentando otra pírrica promesa. 


Mañana una nueva dosis, de endorfina…de violencia. 

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