MARIONETAS

 Desde el mismo momento en que se suscita el interés general por la vida y actos de otra persona, prestando atención a la misma por motivos erótico-ficticios con el único objetivo de conseguir alienación para poder pertenecer al mismo grupo social comunicativo en casa, escuela o trabajo, el ser humano se degrada, permitiendo al poder de la imitación crear clones superficiales que sigan los estereotipos fijados por el capital que unos “ídolos” recibieron. 

Marionetas y títeres manejados al gusto del consumidor; fabricadas materiales endebles y duración caduca, que sostienen la comodidad de aquellos que en su mansión se refugian y apuestan por el ignorante; aquel que por conseguir su dosis de elogio diario sería capaz de vender a su propia madre. 

No hay mayor sencillez ni modo de vida más adecuado, que aquel donde cada ser analiza, concibe y decide sabiamente, todo aquello que le conviene, sin marcas de agua ni filtros, sin miedo a perder a su gente. 

Alabanzas de seguidores a creadores de contenido, que sólo por maquillarse, vestirse, viajar o posarse en su nido, reciben genuflexiones y billetes a diario; sólo por vender su imagen, imagen de un mundo marchito.

¡Despierte ya el mundo herido! Sólo la educación crea ciencia y la ciencia todo el contínuo. 

Dejémonos de actos baldíos y rompamos la cadena; aquella que de hierro hiere, aquella que con maña libera.