NUEVOS PROPÓSITOS

 En los últimos coletazos de un año que muere dejando detrás incontables instantes que aúnan en la totalidad de este planeta llamado Tierra todas las emociones, sentimientos y acciones de las que solamente el ser humano es capaz de ejecutar, únicamente cabe mirar de soslayo e intentar reflexionar cuánto esfuerzo es necesario para intentar equilibrar la balanza de la vida, en un lugar donde cielo e infierno celebran fiestas cada día; donde la comodidad de un hogar caliente ciega estos días la mente de aquellos que no quieren saber pero saben, que en otros muchos lugares las copas no se riegan con champán ni los paladares se endulzan con manjares; donde la felicidad es poder seguir con vida un día más y el mejor turrón es sobrevivir todos los miembros de la familia. 

Nuevos propósitos basados en mantener el sustento e integridad individual es la rutina anual estipulada para ser lo que ahora llaman “la mejor versión de uno mismo”; una tradición que en teoría comienza después de la resaca emocional de Año Nuevo y que se desvanece conforme pasan las hojas del calendario. Nuevos propósitos para alcanzar otras doce uvas. 

Mientras tanto, en otro lugar del planeta, suenan sirenas en lugar de villancicos, las copas se llenan de lágrimas y el mejor regalo es poder llegar a la próxima noche con vida y recibir con suerte un abrazo. 

Navidad, época de regocijo, armonía y paz.